la inercia en la comodidad

esa que te envuelve como las nubes, como las figuras en la tela de la sábana que tenías de chico, y te mantiene en un espacio reducido, pero tranquilo. pero soltarla es poco atractivo aún cuando te dicen que quitándotela quizás, logres mucho de lo que deseas. es exponerse a la rigidez de tus extremidades al levantarte. a la pesadez de los párpados (que constantemente tratas de cerrar, pero, estás despierto, ¿ya qué? ni modo.) odias prender la luz, porque esta devora los pocos detalles del sueño que tuviste anoche, y sobre todo el reloj, el maldito reloj!!!

enserio, deje todas esas palabras fluir, no sé de donde salieron exactamente, sólo quería hablar de eso que hace que procrastine y que agarre el celular cada 15 minutos. y entra la dualidad del blog, quedarse mirando a la hoja en blanco largo rato o escribir un párrafo entero en un minuto, ¿cúal elijo? oh espera, que no puedo elegir jajaj. esta vez ganó la segunda opción.